lunes, 12 de abril de 2021

CUENTOS DE HUMOR

 ACOMPAÑAMOS A CUARTO GRADO QUE ESTÀ TRABAJANDO CUENTOS DE HUMOR

 

"LA RISA ES EL SOL QUE AHUYENTA EL INVIERNO DEL ROSTRO HUMANO"

                                                                                                    VÍCTOR HUGO



..." el humor es mucho más que un divertimento: es también un modo de pensar muy fructífero y cuestionador de los valores y pareceres con los que “funciona” una sociedad..." 
..."La literatura, siempre atenta a esta idea de pensar e interpretar el mundo que nos rodea, ha recurrido permanentemente al humor. Ahí están, por ejemplo, la comedia griega, las sátiras romanas, la picaresca medieval. Y también desde entonces, el humor se fue acomodando a todos los géneros literarios. A través de lo cómico, lo paródico, lo satírico, lo irónico o lo grotesco, autores de todos los tiempos y lugares han retratado los vicios de sus contemporáneos, cuestionado las costumbres y los usos, denunciado el ridículo de ciertas actitudes o lo paradójico de otras..."
                                                                                                                          Oche Califa


"Hay cuentos que nos emocionan; otros, que nos hacen reflexionar. Están los que presentan casos misteriosos o los que nos dan un poco de miedo. También hay cuentos que nos divierten y nos hacen reír, como “Pobrecito el aguará”. 
Este cuento presenta un hecho disparatado: una mujer que adopta como mascota a un aguará, ¡pensando que es un perro! Como no desea desprenderse de él, a pesar de que observa algunas “cosas raras”, vive situaciones inesperadas. Al ver lo que le pasa, sonreímos y esperamos saber cómo va a resolver el problema." 


 
COMPARTIMOS UNO DE LOS  CUENTOS DE HUMOR LEÍDOS 

Pobrecito el aguará

                                                                                             de Graciela Cabal 

Bicho buenísimo el aguará-guazú. Medio timidón. 
Sin embargo, de él se dicen cosas terribles. 
Se dice, por ejemplo, que el aguará-guazú no es un animal sino persona, humano.
 Un humano —el séptimo hijo varón de cualquier familia— que cada tanto, entre vueltas carnero, se convierte en temible lobizón. (…) 
Pero son puras patrañas. 
¡Qué va a ser lobizón el aguará! 
Y se los digo yo que, en mi propia casa del barrio de San Cristóbal, tuve un aguará-guazú. (…) 
Resulta que a mí se me había muerto mi perra. 
Y yo estaba tan triste que ni ganas de tomar mate tenía —con lo que me gusta el mate—; ni fuerzas para sostener la regadera —con lo que me gusta regar las plantas. 
“Si no hago algo, me voy a morir de pena”, pensé. “Necesito un cachorrito”. 
Y me fui a M.A.P.A., donde hay gente que abandona perros y gatos, y gente que va a buscar perros y gatos, porque así es la vida. 
Esta vez muchos perros no encontré, es cierto. 
Pero en una jaula, solito su alma, con cara de desgraciado, y un cartel que decía “LAGUNA DE IBERÁ / CORRIENTES” y otro cartel que decía “¡¡NO DAR!!”, había un cachorrito colorado y orejudo. 
El cachorrito me miró y yo lo miré al cachorrito. 
Es sabido que soy una persona viva, vivísima. Así que pensé: “A este no lo quieren dar porque es el más lindo de todos. Sí, sí, cómo no… ¡A mí me van a engañar…!”. Haciéndome la distraída y tratando de que nadie me viera, me acerqué a la jaula, arranqué el cartel de “¡¡NO DAR!!” y lo hice un bollito. Después, abrí la puerta de la jaula, metí la mano y agarré al orejudo. 
Enseguida intenté poner cara de señora seria, buena, respetable (me costó pero lo conseguí) y dirigiéndome a una señorita de blanco, dije:
 —Una consulta para el veterinario, si es tan amable. Pero nunca entré al consultorio del veterinario… (¿y si me sacaban al cachorrito?). 
Caminando para atrás, con dos orejas que asomaban de la cartera, me fui de M.A.P.A.
 —¡Oia! ¿De dónde sacaste ese perrito tan raro? —dijeron los aguafiestas de mi casa al verme llegar lo más contenta. 
—Yo no le noto nada raro a “Lobo” —dije yo, completamente ofendida.
 —¿“Lobo”? —se rieron los aguafiestas—. Mucho nombre para tan poco perro. 
—¡Groseros! —dije yo.
 Y con el perrito bajo el brazo, me retiré a mis habitaciones (es decir: a la otra habitación). 
¿“Poco perro” habían dicho? Ja, ja… 
“Lobo” empezó a crecer y en la casa entraron a mirarlo con respeto. Y yo tuve que poner en la puerta un cartel que decía “CUIDADO CON EL PERRO”. 
No porque “Lobo” fuera malo, pobre angelito. Sino porque era enorme, bruto, juguetón… y raro (en esto algo de razón tenían en mi casa). 
Cuanto más crecía, más raro era. Lindo, pero raro. Lo que más llamaba la atención eran sus larguísimas patas, y también sus orejas, que él movía de allá para acá y de acá para allá. 
El lío grande fue cuando empezó el olor. Olor siempre había tenido, desde cachorrito. 
Pero EL OLOR, lo que se dice EL OLOR… Un olor a tapir, a elefante, a manada de elefantes, le llegó con el crecimiento. 
Y eso que perro más bañado que “Lobo” dudo mucho que exista. Y no solo en la República Argentina, sino en el mundo entero, se los puedo jurar. 
Llegué a bañar a “Lobo” todos los días. 
Y probé cuanto producto especial mostraban por la tele. Pero nada. Más lo bañaba, más olor tenía a tapir, a elefante, a manada de elefantes. 
Fue por esa época que empecé a quedarme sin amigos. 
Es cierto que algunos me hablaban por teléfono, pero venir, no venía ni el loro. La gente de la casa, al principio, aguantó a pie firme. 
Porque todos lo querían a “Lobo”, desgracia humana. Y “Lobo” también nos quería a todos, suerte perra. 
Pero después de un tiempo, los de la casa no soportaron más. Y primero uno, después otro y otro, se fueron en busca de nuevos horizontes. Y nuevos aires. 
En casa solo quedábamos “Lobo”, yo y el padre de mis hijos, que a raíz de una sinusitis crónica tiene poco olfato. 
Poco, pero algo tiene. Por eso un día…
 —Volveré cuando él se haya ido —dijo señalando a “Lobo” y con voz gangosa el padre de mis hijos. (La voz gangosa le venía del pañuelo con que el padre de mis hijos se tapaba la nariz). 
Y entonces nos quedamos solos: “Lobo” y yo. 
Y los dos nos pusimos a llorar. Bueno, la que lloraba era yo. “Lobo” aullaba para el techo, porque traspasando el techo estaba la luna. 
Fue justo en ese momento cuando sonó el timbre del teléfono. Era mi amiga Nora.
 —Voy para allá en un taxi —dijo cuando oyó mis llantos, y los aullidos de Lobo.
 —No vas a resistir —le dije llorando a gritos—. El olor te matará y vos sos mi amiga del alma.
 —No será para tanto —dijo ella, la inocente. 
ERA PARA TANTO… Abrí la puerta, “Lobo” corrió a hacerle fiestas a Nora y Nora huyó al baño. Desde el baño gritó aquello que nunca olvidaré: 
—¡¡ESE PERRO NO ES PERRO!! ¡¡ES AGUARÁ-GUAZÚ!! (¿Debo decir que mi amiga Nora es experta en aguará-guazú de tanto dibujarlos en el zoológico? Está bien, lo digo…).  
Cuando me separé de “Lobo”, antes de que él emprendiera viaje hacia la laguna de Iberá, lloré casi tanto como cuando se me murió mi perra. 
Y lo abracé fuerte —qué me importaba el olor—, y él me abrazó a mí con sus patas larguísimas y me tiró al suelo de puro cariñoso y yo le hice cosquillas en la panza… 
Por eso digo: ¡Qué va a ser lobizón el aguará! 
Si es bicho buenísimo, y se come los ratones y las víboras que están de más. 
¡Ah! Y para aquellos que maten un aguará por miedo o por la pielcita o por gusto de matar, les dejo esta maldición gitana, que no me acuerdo si la oí, la soñé o se me ocurrió a mí sola: 
“El que mata un aguará su fortuna perderá…”. Así que… ¡ojito! 

  Graciela Cabal, Cuentos de miedo, de amor y de risa (2008). Buenos Aires: Grupo Editorial Norma.


PARA SABER MÀS


"Para lograr que un cuento sea humorístico, generalmente se utilizan una serie de recursos. Por ejemplo: 
Los juegos de palabras: “Porque todos lo querían a «Lobo», desgracia humana. Y «Lobo» también nos quería a todos, suerte perra.” 
Las repeticiones: “El cachorrito me miró y yo lo miré al cachorrito.” 
El contraste: “Mucho nombre para tan poco perro.” 
Las expresiones exageradas: el olor de “Lobo” es “UN OLOR a tapir, a elefante, a manada de elefantes.” 
Las situaciones disparatadas o absurdas: la protagonista “se aferra” a su mascota maloliente, a tal punto que los amigos dejan de visitarla y su marido se va de la casa. 
La inversión de situaciones: la protagonista desobedece un cartel indicador y se lleva el cachorro “prohibido” porque piensa que este la va a hacer feliz; pero por el contrario, le complica la vida."
 
  Fuente: http://sm-argentina.com/wp-content/uploads/2018/unidadesmodelo/NODOS_MANUAL_5_LEN_FED.pdf


                             Charlando un rato

                                                                                       de Luis Pescetti

(Del libro El pulpo está crudo)
Mire, Don Carlos, lo que son las cosas, si parece que fue ayer que tomé setenta pavas de mate…
No puede ser cierto…
¡¿Qué cosa?!
Lo de las pavas, Don Santiago, es bolazo.
¡Qué va a ser bolazo! Como veinte pavos me comí, de un solo saque… y no sólo pavos, chanchos también.
¡Qué chancho ni chancho! Usté dijo pavas, pavas de mate.
No puede ser… no puede ser, si yo mate no tomo porque me cai mal.
¡Ah! ¿Le cae mal el mate, pero pavos y chanchos puede comer?
Ni probarlos puedo… tengo l’estómago muy delicau, lo que sí me gusta es tomar mate, eso sí, ¿ve?
¡Pero… qué dice! ¡Si recién me dijo que le caía mal!
¿¡Quién me cae mal!? Si soy amigo de todos acá en el pueblo.
La comida, me refiero…
¡Ah, eso sí! Chancho es lo único que puedo probar, chancho frito nomás.
Pero no, ¡si chancho es lo más pesado que hay pa’comer!
Nooo, usté se confunde, el mate es más pesao qu’ el chancho.
Pero, ¿¡qué dice hombre!? El mate no le cae mal a nadie.
¡Ah! No le va a caer, no le va a caer… ¿Y las tortas fritas, ah?
…pero…estamos hablando del mate, no de las tortas fritas.
¡Ve! Ahí es donde usté se equivoca; estábamo hablando de comer chancho y usté me salió con el mate.
Yo no salí con el mate. ¡Usté salió!
¿Con quién?
Con el mate…
¡Ah! Si será zonzo ¡Cómo voy a salir con un mate! Con mi mujer puede ser, pa’ Navidá… estábamo hablando de comer chancho y me dice de ir a pasiar con un mate…
No, de lo que estábamo hablando era de que el chancho es más pesado, para el estómago, que el mate.
Y seguro… quién le va a decir lo contrario.
¡Usté! ¡Usté! Antes decía que el mate es más pesado que el chancho.
No, mire… eso no se lo puedo haber dicho porque yo chancho nunca probé.
                                                                                                                   © Luis Pescetti

La nona Insulina

                                                                                                            de Ema Wolf
(Del libro Los imposibles)

A medida que pasaban los años la cara de la nona Insulina se volvía más lisa y desarrugada. Las manos más firmes, la espalda más derecha. Hasta se notaba que crecía un poco.
Con el tiempo se le afirmaron los dientes y dejó de usar bastón.
Por esa misma época le empezaron a gustar más los tacos altos que las pantuflas.
En unos años nació su último nieto; y poco después, el primero.
Se jubiló de maestra de piano.
Pronto le desaparecieron las primeras canas.
Cuando quiso acordarse ya faltaban veinte años para su casamiento con el joven Beto Fregolini.
Hasta entonces fue criando a sus dos hijos, que le daban cada vez más trabajo a medida que se hacían chicos.
Más tarde conoció a Beto. Él la sacó a bailar un sábado de Carnaval en la Sociedad de Fomento de Carapachay. Allí la nona Insulina pronto empezó a ir a las fiestas acompañada de su mamá.
A los doce años entró en séptimo grado y estrenó un par de zoquetes nuevos. Ya nunca más dejaría los zoquetes.
El día que empezó la primaria la nona Insulina gritó como una marrana cuando su mamá la dejó en la escuela.
Por entonces se le picó la primera muela por lo que iba a ser su gran debilidad: los caramelos de leche.
El primer porrazo fue a los trece meses, cuando se largó a caminar.
Después empezó a gatear y a ofrecerle su chupete a medio mundo.
Era la época en que la entalcaban para que no se paspara.
En cuestión de semanas la pusieron a dormir en un moisés lleno de moños.
Enseguida la nona Insulina empezó a despertarse cada cuatro horas para pedir la mamadera.
Una mañana de setiembre, muy temprano, pegó su primer grito: ¡BUAAAAAAA! Le pegaron una palmada en el traste y después nació.

                                                                   FIN



COMPARTIMOS ENTREVISTAS A GRANDES AUTORES DE LA LITERATURA INFANTIL QUE INCORPORAN EL HUMOR EN SUS OBRAS

 

Entrevista a Adela Basch

¿Por qué te gusta hacer reír a tus lectores infantiles?Me gusta divertir a mis lectores infantiles y también a los adultos. La alegría ayuda a bien vivir y por eso me encanta hacer reír. Y punto. Pero diré algo más: la risa fortalece el cuerpo y también el alma; trae paz y nos hace vivir con el corazón abierto. Como si esto fuera poco, aporta vitaminas a nuestros pensamientos y todo lo que toca lo ilumina. 

El humor que haces en tus libros: ¿cómo se te ocurre?  


El humor que hay en mis libros se me ocurre cuando siento que sin humor todo me aburre. Entonces mis ojos ven lo gracioso de las cosas y mis oídos oyen a las palabras aletear como mariposas. Escribir se vuelve un juego divertido y una multitud de chistes viene a pasar ratos conmigo. Por eso cuando veo las cosas de todos días, esas que suceden a cada momento, me surgen chistes y juegos todo el tiempo.
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¿Puedes hacer una breve autobiografía... ?


Me llamo Adela Basch y muchos de mis amigos me conocen como Dolly. Nací en Buenos Aires, a fines de 1946. Curiosamente, justo un año antes de cumplir los primeros doce meses de vida. En estos momentos tengo unos cuantos años, pero debo admitir que esto no siempre ha sido así y no puedo asegurar que lo siga siendo por mucho tiempo más. Leer y escribir empezaron a fascinarme cuando era chica. Leer, por los cuentos que me contaban a veces en mi casa y otras, en la escuela. Escribir, cuando a los siete años me enamoré por primera vez de un compañero del colegio. Entonces comprendí que la mejor manera de expresar mis sentimientos era a través de los poemas que se me ocurrían. Hace tiempo que no sé nada de ese compañero, pero me las arreglé para seguir encontrando algo que me impulsara a escribir. Mi infancia transcurrió mientras yo era una niña. En esa época tuvo lugar un hecho que me deslumbró y que después tendría consecuencias irreversibles: por primera vez me llevaron a ver una función de teatro. Después empecé a dedicarme a algo que creo que no va a terminar nunca: aprender, de los libros, de lo que pasa en la calle, de las personas que fui conociendo, del teatro, de estar en silencio mirando algún río. Río mucho, porque me encanta reír. He escrito unas cuantas obras de teatro y también cuentos y poemas. A pesar de las diferencias que hay entre estas distintas expresiones de la literatura, lo que yo escribo tiene una característica común: se puede encontrar en los libros de los que soy autora. Entre ellos figuran Abran cancha, que aquí viene Don Quijote de La Mancha; Colón agarra viaje a toda costa; Saber de las galaxias; ¿Quién me quita lo talado?; José de San Martín, caballero del principio al fin; Una laguna junto a la laguna; Había una vez un libro y El reglamento es el reglamento


Entrevista a Luis Pescetti

¿Por qué te gusta hacer reír a tus lectores infantiles?

Es como cuando uno prueba una comida y el sabor está hecho de "capas" de sabores, o lo mismo pasa con degustar un vino y aprende distinguir los matices que lo forman. Al hacer reír no sólo a un niño, sino a una audiencia familiar hay una alegría, una satisfacción que está hecha de muchas capas: la vitalidad, la alegría en un estado puro: sólo por ser, la salud, el agradecimiento, saber que uno ayuda y acompaña, sentir que uno repasa la propia infancia.

 

El humor que haces en tus libros: ¿cómo se te ocurre?

Sobre todo oyendo las anécdotas que cuentan los padres o los mismos niños, y en su mayoría tienen que ver con la convivencia con otros niños, o en familia: con hermanos y adultos. Oigo una frase o una reacción y ya imagino una escena que la contienen, o en la que se desarrolla.

 

¿Qué te gustaría decirles a los lectores de Humor Sapiens?

Que no lo lean mientras conducen.

 

¿Puedes hacer una breve autobiografía... ?

Soy actor y escritor. Como comediante para adultos y niños he trabajado en radio, televisión y teatros de Estados Unidos, España, Colombia, Chile, Brasil, Perú, Uruguay y Cuba. También en Argentina y México, países en los que hice radio durante 14 años, y continúo haciendo televisión.

Me he presentado en prestigiosos teatros y festivales, entre ellos: Festival (Inglaterra-Cartagena). Festival Cervantino, Sala Nezahualcóyotl (UNAM), Teatro de la Ciudad, Centro Nacional de las Artes (México). Teatro General San Martín, Teatro Metropolitan, Conferencia TED (Argentina). Círculo de Bellas Artes de Madrid, Casa Encendida, Salamanca Capital Europea de la Cultura (España), White Ravens Festival (Alemania).

He publicado más de veintisiete libros: novelas y relatos para niños y adultos en los cuales el humor, el juego filosófico y el tratamiento del diálogo, ocupan un lugar especial.

Como autor estoy presente en Argentina, México, España, Cuba, Colombia, Perú, Estados Unidos, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Venezuela, Puerto Rico, Uruguay, Chile y Brasil, con más de 1.000.000 de ejemplares vendidos.

Tengo editados siete CD’s: “El vampiro negro”, “Cassette pirata”, “Bocasucia”, “Qué público de porquería”, “Antología”, “Inútil insistir” y “Tengo mal comportamiento”. tres DVD’s: “No quiero ir a dormir”, “Luis te ve” y “Cartas al Rey de la Cabina (recital con Juan Quintero).

Entre los premios que he recibido destaco: Grammy Latino (EEUU, 2010). Teatro del Mundo (Argentina, 2010), Caniem (México, 2010), Mis discos fueron nominados al Premio Gardel en dos oportunidades y, finalmente lo recibí en 2009. The White Ravens (Alemania, en 1998, 2001 y 2005); Premio Pregonero radial 2005 (Fundación El libro, Argentina); Alija (IBBY Argentina, 1998); Premio Casa de las Américas, 1997 (Cuba).

Fuente:  http://humorsapiens.com/index.php/entrevistas-a-escritores-infantiles/entrevista-a-adela-basch


¡¡¡EN LA BIBLIO VAS A PODER ENCONTRAR A ESTOS AUTORES Y MUCHOS MÀS!!!

 

PARA CONSULTAR

http://www.mendoza.edu.ar/wp-content/uploads/2020/04/Tomados-para-la-risa-de-AAVV.pdf
http://sm-argentina.com/wp-ontent/uploads/2018/unidadesmodelo/NODOS_MANUAL_5_LEN_FED.pdf
http://planlectura.educ.ar/?p=1223
https://prezi.com/ywoxfdggpkry/cuentos-de-humor/
http://sm-argentina.com/wp-content/uploads/2017/02/Planificacion-Manual-5FED-Nodos.pdf
http://www.mendoza.edu.ar/wp-content/uploads/2020/04/Tomados-para-la-risa-de-AAVV.pdf
http://planlectura.educ.ar/wp-content/uploads/2015/12/Bellos-cabellos-Adela-Basch.pdf
https://www.luispescetti.com/

 

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